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¿Qué es el aislamiento insuflado?
Es una técnica de aislamiento cuya finalidad es la de mejorar la eficiencia energética y el confort de los espacios habitados tanto el el campo térmico como acústico. El aislamiento insuflado surge como una solución innovadora y económica que proporciona resultados impactantes desde el primer día.
El aislamiento insuflado es una proceso que implica inyectar un material aislante en las cámaras de aire cerradas, como las de las fachadas, techos falsos o cualquier espacio hueco de una construcción. Este material se distribuye de manera uniforme y sin dejar huecos, funcionando como un escudo efectivo contra el flujo de aire hacia el interior de la vivienda.
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Tipos de aislamiento insuflado
Los materiales adecuados para el aislamiento insuflado deben ser fibrosos y granulados, permitiendo que la máquina de insuflado los pulverice y los transporte de forma neumática hasta la cavidad. Estos deben tener una alta resistencia térmica y ser permeables para que permitan el traspaso del vapor de agua desde el interior hacia el exterior a través de las paredes. Los materiales más populares incluyen:
Lana de Roca
Este material se destaca por su baja conductividad térmica y su alta densidad, lo que lo convierte en un excelente aislante térmico. La lana de roca es incombustible, lo que ofrece una seguridad adicional en caso de incendio. Es resistente a la humedad, lo que evita la proliferación de moho y bacterias, y su naturaleza fibrosa le permite adaptarse bien a las cavidades irregulares cuando se insufla.
Lana Mineral
Producida a partir de minerales como la basalto o la dolomita, la lana mineral es notable por su alta resistividad térmica, lo que la convierte en un aislante excepcionalmente eficaz. Al igual que la lana de roca, es incombustible, proporcionando un alto nivel de seguridad. La lana mineral también es un buen aislante acústico, ayudando a reducir la transmisión de sonido entre las habitaciones.
Celulosa
Fabricada a partir de papel reciclado, la celulosa es una opción ecológica para el aislamiento insuflado. Este material posee una excelente resistencia térmica y acústica. Al ser permeable al vapor de agua, permite un flujo controlado de humedad, lo que puede contribuir a un clima interior saludable. Sin embargo, la celulosa debe ser tratada con aditivos para ser resistente al fuego y a la humedad.
Precio del aislamiento insuflado
El costo del aislamiento insuflado puede variar dependiendo del material aislante seleccionado, la cantidad necesaria, la localización y la dimensión de las cavidades a rellenar. A pesar de estas variaciones, en términos generales, el aislamiento insuflado se presenta como una opción más accesible en comparación con otras técnicas de aislamiento. Su precio puede variar entre 20 o 50 € el m2.
Ventajas del aislamiento insuflado
- Instalación rápida y sencilla: No requiere grandes obras o reformas.
- Efectividad inmediata: Se observa una mejora notable en el aislamiento térmico y acústico desde el primer día.
- Economía: Es un método más asequible en comparación con otras técnicas.
Inconvenientes del aislamiento insuflado
- Necesita espacios vacíos: Para implementar esta técnica, se requieren cavidades donde insuflar el aislante y no todos los espacios cuentan con está cámara sobre todo en edificaciones antiguas.
- Pequeñas reparaciones: Podría necesitarse una mínima intervención después de la instalación para sellar los orificios de inyección del aislante. O picar zonas de cámara que estén obstruidas por cemento utilizado en la ejecución de los tabiques.
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¿Cómo se ejecuta el aislamiento insuflado?
El proceso de aislamiento insuflado es una técnica relativamente sencilla pero que comprende varios pasos que hay que comprobar y ejecutar para obtener un buen resultado final de aislamiento.
- Estudio y diagnóstico de la zona a aislar: Realizamos una prueba endoscópica para verificar la existencia de una cámara de aire y medir su grosor, además de ver su estado si está limpia o hay que eliminar resto de obra de cuando se realizaron los tabiques.
- Planificación del trabajo: Identificamos las áreas a aislar y estimamos la cantidad de material aislante necesario.
- Preparación: Hacemos pequeños agujeros cada 1 o 2 metros en la superficie a aislar.
- Insuflado: Inyectamos el material aislante a través de los agujeros hasta lograr un llenado uniforme. Durante el insuflado se comprobará que la cámara admite el volumen de aislamiento calculado, parando si fuera necesario para comprobar que no exista algún elemento que obstruya el total llenado del espacio.
- Finalización: Sellamos los agujeros con mortero o yeso especial.
